Nocturno

Procedo a contarles que entramos al bar de costumbre y en la barra estaba él. Luego de los saludos correspondientes, procedimos y nos ubicarnos en una mesa junto a una pareja de amigos que hace tiempo no veíamos. Transcurre la noche, como todas las noches de viernes, entre copa y copa, humo de cigarrillo, y armonías, que victoriosamente el cantante de turno había elegido para la ocasión. Hablamos de lo humano y de lo divino, preocupados por una amiga que jamás llego, riendo de cosas simples y comentando lo acontecido en este tiempo de relajo que nos separo momentáneamente. El trovador trataba de cautivar con sus melodías a la presa de turno, en las mesas de alrededor rotaban los clientes que con las desinhibiciones que produce el alcohol, correaban voz en cuello todos los temas. Ya es hora, debemos irnos. La señal convenida, tomo mi morral y corro refugiada en la oscuridad. Nos paralizamos en un abrazo, desde el bar, se escuchan las ultimas cadencias nocturnas …