martes, febrero 17, 2009

Maní, fresquito el maní ...


Como todavía no se ha presentado ningún trabajo acorde a mis conocimientos, y ya que la experiencia acumulada en la aventura de la Feria de Navidad pasada me dio confianza, emprendí un pequeño negocio, estoy vendiendo frutos secos, sí frutos secos. Deje los pies en la calle cotizando donde podía encontrar las tres B, bueno, bonito y barato. Termine de recorrer todas las picadas que me recomendaron y otros lugares que me dateaban por el camino. No pretendo hacerme rica con este asunto, pero me mantiene entretenida, permitiéndome no caer en depresión por estar sin trabajo. He dejado volar mi imaginación en la presentación de este producto, aplicando todos los conocimientos de ventas que tengo, que dejándose de bromas no son pocos, además es importante no olvidar que casi el cien por ciento de las cosas entra por la vista, así que comencé a ver si los presentaba en cajitas, en bolsas, si le ponía una etiqueta, una cinta o una cartulina de color para que las bolsas se vieran mas atractivas. ¿Se dan cuenta? hasta para esto la imagen es importante. Bueno manos a la obra, ¡Maní, fresquito el maní…!

5 comentarios:

Don Pepe dijo...

Sabes, leyéndote me hizo recordar la historia, que una vez me contó un viejo hombre que entrego su vida entera en su oficio, hablo del viejo sistema de previsión llamado “SEGURO” se que debes recordarlo, o por lo menos la mama.

Luego de es cambio garrafal, quedo literalmente con una mano adelante y la otra atrás, con un par de canas locas por ahí y tres hijos en la universidad, por lo que se dedico al comercio ambulante en la calle Francklin, en ese tiempo huyendo de la policía, que a ratos le quitaban su mercadería, tiempo al tiempo este hombre con esfuerzo y entereza cambio su viejo paño por un local de lámparas, mas tarde virtuosamente adquirió uno mas grande donde instalo su ferretería, su orgullo.

Actualmente, sus hijos trabajan con el y su esposa les lleva almuerzo (en su tiempo le vendía a otros colaciones también) dos en la ferretería, el otro en el local de lámparas y dos trabajadoras en el puesto surtido, no es millonario, pero tiene para darse sus gustos, si no me crees te doy la dirección, el Nº de teléfono o te acompaño a uno de sus lugares, por que siempre lo veras con una sonrisa de agradecido.

Se que puedes dar mas de lo que crees, solo te falta creerte el cuento, la confianza y el valor, confío también que puedes llegar lejos como este hombre, no me defraudes.

Un beso, vamos que se puede amiga mía…

Luzjuria dijo...

Gracias por la confianza, lo que me falta es la clientela, pero por eso no me hago problemas, de a poco primero.

Un Besote mi querido Guru

decisiones para la vida dijo...

Mi niña linda:

Tú no tienes por qué andar demostrando nada a nadie, ni dejando de defraudar tampoco a nadie. Has tomado una buena decisión, te conozco y sé que te irá bien. Ya tienes una clienta, me encantan, también vendí en su tiempo y me iba súper bien. En inverno se venden como pancito amasado calientito con mantequilla, mmmmm que rico, el pan y los frutos también.

Sólo me queda desearte MIERDA, MIERDA...

Te quiero mucho,

Mona

Mi Ser dijo...

Yo me anoto con unos cuantos… mire que tengo niños en casa que hacen gusto de esos frutitos… y si de trabajo se trata… cualquiera dignifica… y más cuando son ricos de vender… jejejejej.-.—a la cresta la dieta no?...

Abrazos estrellados…
Y nos veremos pronto para ver la producción eh-.
Mi Ser

Anónimo dijo...

Y tengo el maní tostado...¡y los cocos confitados! :D

No sé si tengas este dato, pero por el lado de Exposición, detrás del Barrio Meiggs, hay una especie de vieja galería al aire libre donde venden frutos secos. Si a eso le pones tu "know how", de seguro que te irá bien (cuando quieras me mandas la lista de precios).

Saludos afectuosos, de corazón.