sábado, febrero 14, 2009

Viernes de Tertulia

Viernes de tertulia sin ti. Hemos hablado de todo, arreglando el mundo al derecho y al revés, pero tu no estas, tu fantasma ronda este departamento, todo recuerda tu presencia ausente. Tengo que reconocer que mi vida sin ti estaría vacía, yerma, sin destino. Solo me permite sobrevivir la idea cierta que los días de separación son cada vez menos. Nuestras almohadas están impregnadas a ti, a tu ser, a tus aromas, mi cuerpo espera volver a tenerte, a que dulcemente me hagas tuya entre caricia y caricia, entre beso y beso. Los tiempos se acortan, las distancias disminuyen, mis ansias crecen, crecen por tu espera...

5 comentarios:

Caselo dijo...

Amiga mientras llega, los viernes de tertulia traerán su recuerdo y te aseguro que la distancia se acortará. Un fuerte abrazo de oso y un besito de mago

Carlos Eduardo

Don Pepe dijo...

Paciencia ya llegara y volverás a verte reflejada en su mirada, mas solo tu sabrás si aun sigue siendo digno de ti o finiquitar todo ahí.

Anónimo dijo...

Viernes que comienzan por la tertulia pero, a juzgar por las líneas posteriores, no terminan en eso...jejeje. De todos modos, ya queda menos para que el fantasma que describes se haga carne y que de las fantasías pasen a la plenitud.

Quiero agradecerte por formar parte de los Colaboradores de Campaña y de los Asesores de Campaña gracias a tus aportes en el pasado mes de Enero. Saludos afectuosos, de corazón.

Mi Ser dijo...

Es Extraño….
Es extraño como se hace el pecho profundo para tanto extrañar… para tanto necesitar… para tanto abrazo acumulado en espera del reencuentro…. Nada compensa esas ausencias… nada calma el dolor de la espera acomodada en la almohada mientras dá de vueltas en la cama.

Abrazos Estrellados
Mi Ser.

decisiones para la vida dijo...

Mi querida hermana:

Te faltarían letras, palabras, verbos, rimas, estrofas, poemas para expresar tanta ausencia, tanta añoranza. No sé si volverá pronto, pero no te seques, no te pierdas, no te encierres en ti misma.

Te quiero mucho, mucho,

Mona