lunes, enero 02, 2006

Mi placer culpable

Lo conocí hace un par de años, moreno, inteligente, menor que yo. De a poco nos empezamos a frecuentar, estudiábamos juntos, tomábamos café negro, fumábamos y jugábamos ping pong. Las jornadas de estudio nos ayudaron a conocernos poco a poco, compartíamos sus escritos, la mayoría dedicados a su hija, sus aventuras de mujeriego, mis trancas con mi ex pareja, nuestros problemas como hijos, los proyectos que consolidaríamos juntos como "socios". Tratamos de demostrarle a todo el mundo que es posible "la amistad entre un hombre y una mujer", las mujeres que querían algo con él, trataban primero de tantear terreno con "la mejor amiga" (esa soy yo) para que fuera el puente entre ella y mi querido amigo, para llegar a tener alguna experiencia del "tercer tipo" con el codiciado moreno. Ese día del asado con nuestro compañeros no sólo tomamos agua mineral, y el alcohol borró toda inhibición y los inseparables amigos y socios teminamos dando rienda suelta a los sentidos, teniendo sexo como dos colegiales dentro de su auto. Lo lamentamos por unos momentos, y pensamos que jamás volveríamos a ser los de antes, pero tal vez esa fue la prueba mas importante que debimos pasar, pues nuestra amistad fue mas fuerte, permitiéndonos volver a contar el uno con el otro en los momentos que necesitamos una palabra de aliento o un hombro donde apoyarnos.
Bueno, no todo ha sido igual, ya que nos dimos cuenta que podíamos seguir teniendo esos encuentros sexuales, sin dejar de ser los socios del primer momento.
Nuestra relación crece en la confianza y en la sexualidad, no quiero que piensen que somos pareja, nooo jamás, eso nooooo, sólo amigos que comparten muchas cosas y entre esas cosas el sexo libre y bello sin ataduras, sin rollos, sin complicaciones. No saben que hermoso es tener un amigo así, que poco a poco se ha transformado en mi placer culpable ...

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