lunes, febrero 20, 2006

Domingo ...


Trovador de vida urbana que con tu música das luz a las vidas de otros, bohemio de nacimiento, con dificultad recorres las calles de Santiago remolcando en tus espaldas a esos pequeños retoños, como todos los fines de semana, paseas con ellos en algún Mall, disfrazando tus tristezas de padre transitorio.

El tiempo parece castigarte cada vez más. Ya vuela, ya corre, ya te golpea nuevamente, ya es hora de devolverlos al nido que algún día fue tuyo.

Como todos los domingos, vuelves derrotado, con la amargura a cuestas, a encerrarte entre esas cuatro paredes donde se refugia lo que queda de tu vida
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1 comentario:

niño vidente dijo...

¡no hay peor siego que el que no quiere ver! dentro de su misma miseria tienen que haber momentos de riqueza, pero como es abaro no lo comparte con quien si puede darle felicidad, felicitaciones muy significativo.