jueves, enero 15, 2009

Melancolía


Hoy amanecí melancólica, todo me daba pena, el canto de los pájaros, el avance de las noticias, el hablar con una amiga, todo, absolutamente todo. Pensaba en los últimos acontecimientos, algunos tienen explicación, otros definitivamente no la tienen. Mientras ordenaba un ropero y la brisa de la noche comenzó a refrescar el horno en que se convierte mi departamento durante el día, sentí su aroma, sentí su presencia, con esto solo puedo reconocer que sin estar físicamente, él me acompaña en cada momento de mi vida, al dormir, al comer, al hacer lo rutinario del día, llega a mi como una brisa que me abraza y me arrulla como a un recién nacido. Yo sabía desde el principio que estos meses serían difíciles, que la distancia se haría sentir, pero este soplo nocturno me hace confirmar que no importa cuanto tiempo estemos apartados, la distancia no logrará separarnos.

4 comentarios:

Don Pepe dijo...

Fuerza, inpregnate en ese aroma que llega por el atardecer, y veras que las distancias se acortan.

epistolario segun san alvaro dijo...

Pues hoy aqui llegan estas extrañas y heldas lluvias de enero tan inusuales pa estas latitudes.

Anónimo dijo...

Sí, hay momentos en que tenemos esa carga melancólica donde hasta el Himno Nacional pareciera hacernos llorar...pero bueno, el aroma que llegó es una señal de que está ahí pese a la distancia física.

Saludos afectuosos, de corazón.

decisiones para la vida dijo...

Hermanita:

Qué bien que puedas tener su aroma transformado en la brisa de la tarde, ese aroma que te hace recordar los momentos más lindos vividos a concho.

Esperemos que ese aroma se convierta en presencia concreta.

Besos grandes,

Mona